Semana tras semana el ternero parece no tener fin, en su carrera alcista y no muestra por ahora intenciones de freno, por lo menos en el sostenimiento de valores que no dejan de sorprender. Operadores han decidido retirarse de la compra, hasta ver un poco más claro que es lo que está ocurriendo, cuando no son pocos los que especulan que esto es producto de un adelantamiento que muchos están realizando a la espera de una megadevaluación que tarde o temprano va a llegar y todos quieren encontrarse para ese momento, sin pesos, sin plata en la mano que justamente será el peor resguardo que en economía Argentina podríamos tener.

Mientras tanto la oferta es irregular, sigue saliendo ternero, ya las ferias han comenzado casi todas a realizarse o al menos a anunciarse, ya que a partir de ahora y sumado a la habilitación nacional que se realizó semanas atrás, todas las ferias deberían poder llevarse a cabo, siempre y cuando puedan cumplir con protocolos de autorización, desinfección de camiones, compradores mínimos y todo lo necesario para no poner en riesgo a la población que los contenga.

En materia de gordo, el consumo se mantiene estable, ya dicho con poca relación respecto a lo que ocurre con el precio del ternero, con máximos para los livanos de hasta 106-108$ y promedios de 99$ para novillitos, 96$ para vaquillonas, la vaca gorda un poco más tranquila y lo más estable en liniers ha sido la vaca manufa y conserva, lo más buscado siempre por los frigoríficos exportadores.

Hay mucho interés por los vientres, el mismo motivo del precio del ternero, el vientre es un bien seguro, que se actualizará tarde o temprano, es un bien de cambio y a medida que van rodando los remates de cabañas, hemos visto pagarse muy bien vientres de calidad con preñez, con diversos plazos donde la modalidad en general está dada que ese plazo se calza ahora en kilos de carne, la verdadera moneda que debería plantear el productor ganadero, que en definitiva es su moneda de cambio. Los toros reproductores buscados, donde aquí también son pocos los que se animan a grandes plazos, las tarjetas operan con intereses que en este contexto, parecen buenos, pero todos sabemos que solo lo parecen, a la espera de la devaluación mencionada.

En el campo el invierno va llegando, Mayo no ha sido un mes de grandes lluvias, sobre todo zonas Sudoeste y Sudeste, con menos producción forrajera, ve con cierto temor como han llegado las imágenes de nevadas en diferentes regiones y tal vez esto es la causa de ver tanta vaca conserva llegando a remates, en la búsqueda de sacar antes de los fríos más importantes, lo de peor estado en cuanto a estado corporal.

Sin dudas, la vista del sector ganadero está puesta en la moneda, pero también lo más temido pasa por la política, esa que en el simple afán recaudatorio, no teme en medidas que pueden ser funestas para el único sector productivo que ha tenido esta pandemia, mientras que los supuestos grandes dadores de divisas, desaparecieron tras el barbijo. Una vez más el campo está en la disyuntiva de invertir o pagar la fiesta, esta tal vez, no era ni esperada ni deseada, pero como dicen en el fútbol, el resultado es lo que importa y el temor, es el peor enemigo de los emprendedores. Ojalá, el gobierno por una sola vez, piense que lo importante- siempre para un país- está por encima de lo urgente.